Ludolfo Paramio es recordado como una persona querida y admirada por aquellos que lo conocían. Hace más de 40 años, llamó a la casa de una persona y su hijo de cuatro años le preguntó quién era. Al identificarse como Ludolfo, el niño preguntó con incredulidad quién podría ser, a lo que Paramio respondió con humor característico. Aunque Paramio olvidó la conversación, la persona nunca la olvidó debido a su memoria brillante. Solía desafiar a reproducciones de textos complejos con solo echar una mirada y las realizaba de manera literal. Su oratoria en púbico era impecable, sin papeles, mostrando un guion sólido pero nunca simplista.
Paramio era un físico convertido en científico social comprometido con la política de antaño, sin concesiones a la demagogia, centrado en la reflexión teórica y crítica fundamentada. Estaba dispuesto a acercar a las personas a los debates sobre política, historia y socialdemocracia sin bajar el nivel ni buscar complacencia. Además, se mostraba dispuesto a asumir responsabilidades públicas únicamente cuando consideraba que podía aportar de manera útil, enfocándose en el análisis y proyección. Junto con otros líderes de la época, como Fernando Claudín y Santos Juliá, trabajó en diversos proyectos culturales como la Fundación Pablo Iglesias y revistas como Zona abierta y En Teoría.
Paramio era conocido por su gran cultura y sus pasiones, como el cine de Humphrey Bogart, la novela policiaca y la música de los Pretenders. Le gustaba escuchar música a todo volumen con sus auriculares mientras leía y escribía. Su partida ha sido una gran pérdida para quienes lo conocían, ya que en estos tiempos de incertidumbre, las voces como la suya son difíciles de encontrar. Su legado perdurará en aquellos que fueron influenciados por su pensamiento crítico y compromiso político sin concesiones.
Ludolfo Paramio dejó una marca indeleble en aquellos que lo conocieron, con su memoria brillante y su oratoria impecable. Su compromiso político de antaño, sin concesiones a la demagogia, se reflejaba en su enfoque en la reflexión teórica y la crítica fundamentada. Siempre dispuesto a acercar a las personas a los debates sobre política, historia y socialdemocracia sin buscar complacencia, su legado perdura en proyectos culturales y revistas que impulsó en colaboración con otros líderes de la época. Su pasión por el cine, la novela policiaca y la música enriquecieron su vida y sus contribuciones a la sociedad.
La partida de Ludolfo Paramio deja un vacío en aquellos que lo conocieron, en un momento de incertidumbre en el que voces como la suya son escasas. Su compromiso político y su enfoque en la reflexión teórica y crítica fundamentada han dejado una huella profunda en aquellos que fueron influenciados por su pensamiento. Su legado perdurará en el recuerdo de quienes lo admiraron y siguieron su trabajo en proyectos culturales y revistas que ayudó a impulsar. Su amor por la cultura y sus pasiones personales enriquecieron su vida y su contribución a la sociedad, dejando un impacto duradero en quienes lo conocieron.