Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english La Zarzuela y el Ministerio de Asuntos Exteriores han rebajado este martes a un “malentendido” el malestar provocado en el Gobierno por el hecho de que los Reyes no informaran de su decisión de no acudir a la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame de París, que se convirtió el pasado sábado en una cumbre global, con asistencia de casi 40 mandatarios de todo el mundo y en la que España estuvo ausente. El jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, charlaron este martes “cordialmente” en el avión oficial que llevaba a los Reyes a Roma, donde iniciaron una visita de Estado de tres días, y zanjaron el incidente, según fuentes de ambas partes.Fuentes de La Zarzuela explicaron que los Reyes recibieron la invitación del presidente francés, Emmanuel Macron, pero decidieron declinarla por “razones de agenda” y así lo comunicaron mediante un telegrama a través del embajador español en París, agradeciendo la invitación y deseando mucho éxito al anfitrión de la ceremonia. Las mismas fuentes añadieron que no se comunicó al Gobierno porque no se suele hacer con invitaciones personales al Monarca, como era este caso. Fuentes de Exteriores coincidieron en que todo había quedado “hablado y aclarado” tras esta conversación. Ambas partes acordaron, no obstante, aumentar la comunicación entre la jefatura del Estado y el Ministerio de Exteriores.Por la mañana, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, quiso quitar peso a lo que calificó como una “polémica ciertamente artificial” cuando fue preguntada en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. Sin embargo, en privado, fuentes de Exteriores mostraban su malestar por el hecho de que el ministro José Manuel Albares no fuese informado de que tanto los Reyes como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de Sumar, recibieron sendas invitaciones desde El Elíseo, que declinaron. “No se nos comunicó”, aseguraron.Las mismas fuentes resaltaron la gravedad de que la Casa Real no transmitiese a Exteriores no solo que había recibido la invitación, sino tampoco que los Reyes no asistirían al acto en París. “No es la primera vez que ocurre y empieza a ser habitual”, apostillaron. El reproche era también una referencia velada al viaje que realizó Felipe VI el pasado junio por las tres repúblicas bálticas, en el que mantuvo reuniones de contenido político con presidentes y primeros ministros sin que ningún miembro del Gobierno le acompañase. La polémica por el formato de esa gira obligó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a incorporarse a última hora a la etapa final de la visita.En el caso del ministro de Cultura, que justificó su ausencia por un compromiso familiar ineludible, fuentes de Exteriores mostraron su sorpresa tras haber leído en la prensa que el departamento de Urtasun se sacudía cualquier responsabilidad y atribuía a Albares la coordinación de la agenda internacional y la política exterior. “La presencia internacional de España no depende de Cultura”, mantuvieron fuentes del departamento de Urtasun, que señalaron, además, que “todo el mundo sabe quién dirige la política exterior”. La respuesta en Exteriores fue contundente: “No se puede coordinar la política exterior si no se nos informa”.La ceremonia de reapertura de la catedral de París tras el incendio que la destruyó parcialmente hace cinco años fue más que un gran evento cultural y se convirtió en una suerte de cumbre a la que asistieron unos 40 jefes de Estado y Gobierno, incluidos el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el ucranio Volodímir Zelenski. Entre los presentes no hubo, sin embargo, ni un solo representante español, una ausencia que enseguida despertó cuestionamientos y críticas en redes sociales. El PP cargó contra el Gobierno al día siguiente. “La ausencia de España en la reapertura de la Catedral de Notre Dame es una vergüenza para nuestro país. Una vez más el Gobierno no está a la altura de la sociedad a la que debe servir”, publicó el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, en la red social X.En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Alegría explicó que las invitaciones para estos eventos son nominales e intransferibles. La portavoz aclaró que el presidente francés, Emmanuel Macron, invitó a Felipe VI y que la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, hizo lo propio con su homólogo Urtasun. “La no asistencia se comprende”, dijo. “Por cuestiones de agenda, se entiende”, añadió la portavoz. Mientras tanto, en el Congreso, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patxi López, señalaba indirectamente a La Zarzuela. “A mí me dio pena que no hubiera nadie, pero lo que había era una invitación a los jefes de Estado, es decir, a la Casa Real en este caso”, dijo.Los Reyes llegaron este martes por la tarde a Roma para un viaje de Estado a Italia de tres días, el primero en 26 años. Su primer acto, como es habitual en este tipo de visitas, ha sido un encuentro con representantes de la comunidad española en Italia, en la residencia del embajador español, Miguel Fernández-Palacios, en la colina del Gianicolo. Este miércoles, Felipe VI pronunciará un discurso en el Parlamento, ante las dos cámaras legislativas, un privilegio poco habitual. Anteriormente, solo lo han hecho su padre, Juan Carlos I, en 1998, y Juan Pablo II en 2002. Volodimir Zelenski intervino en 2022, pero fue en una conexión en videoconferencia. El jueves, en Nápoles, será investido doctor honoris causa por la Universidad Federico II.

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