Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english 23 días después de la tragedia, Carlos Mazón cierra la mayor crisis de Gobierno en la Comunidad Valenciana con el cese de Salomé Pradas, que era hasta este miércoles la consejera de Interior, Justicia y responsable de la política de Emergencias, muy cuestionada tras la gestión de la dana. Pradas desconocía que existía un instrumento a disposición de su equipo para mandar una alerta a la población el pasado 29 de octubre, cuando el fenómeno meteorológico virulento arrasó 78 municipios de la provincia de Valencia, llevándose la vida de al menos 218 personas. Tres semanas después, Mazón ha optado por dividir la cartera de Pradas con el fin de tratar de aminorar las críticas. Justicia será liderada por Nuria Martínez Sanchís, doctora en Derecho por la Universidad Católica de Valencia, y Emergencias por Juan Carlos Valderrama, Doctor en Medicina y Cirugía. La previsión es que todos los cambios se publiquen a finales de semana.El presidente valenciano se aferra a los cambios de Gobierno —que comenzaron el domingo y se han dilatado hasta este miércoles— como un mástil de supervivencia. Confía en resistir y relanzar su carrera política con la reconstrucción de una comarca devastada. La salida de Pradas, conocida esta tarde, estaba tomada desde la semana pasada, tal y como adelantó EL PAÍS el pasado miércoles. Mazón ha dilatado los nombramientos de sus cuatro nuevos consejeros para dar un protagonismo diario a cada una de las nuevas incorporaciones, según fuentes del Gobierno valenciano.Salomé Pradas, durante el pleno del pasado viernes.Claudio ÁlvarezLa marcha de Pradas del Ejecutivo era un hecho tras admitir en una entrevista en À Punt, televisión pública valenciana, que desconocía que existía un instrumento a su disposición para mandar una alerta a través de los móviles a todos los ciudadanos para advertir del riesgo de inundación. Ese sistema, Es-Alert, estaba activo y así lo había reconocido su predecesora en el cargo, Elisa Núñez, de Vox.Unos cambios que empezaron el domingoLos cambios que Mazón inició este domingo estaban previstos para el viernes pasado, pero otra nueva dana que sobrevoló Valencia el pasado miércoles pospuso la comparecencia del líder valenciano del jueves al viernes, y le obligó a aplazar las decisiones. El primer ajuste de Mazón fue interno. La vicepresidenta Susana Camarero asumió hace cuatro días la portavocía del Gobierno. Camarero ha sido el único pararrayos y la sombra de Mazón desde la dana. Su figura política gana peso interno y coge ahora más vuelo tras estas primeras semanas de gestión de la catástrofe.Tras Camarero, Mazón designó este lunes a Marian Cano como nueva consejera de Industria de la Generalitat. Cano era la actual presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal). También fue de número 25 en las listas del PP en las paladas elecciones al Parlamento Europeo. La incorporación de Cano viene tras el cese de Nuria Montes, al frente de Industria desde 2023 y también muy tocada tras la tragedia de la dana.Montes fue objeto de múltiples críticas por su falta de empatía con las familias de las víctimas de la dana, a las que pidió que permanecieran en sus casas y no acudieran a la Feria de Valencia, habilitado por el Gobierno regional como morgue, si bien luego se disculpó. Las críticas también arreciaron por no haber llamado en una semana a una funcionaria de su departamento que había perdido a su marido y su hija, según relató la propia mujer en televisión.Tras Montes llegó el nombramiento sorpresa que venía anunciando su equipo, el teniente general retirado del Ejército de Tierra Francisco José Gan Pampols. Pampols asumirá la Vicepresidencia para la Reconstrucción, la gran apuesta del líder del PP valenciano para sobrevivir en política hasta las elecciones de 2027, en principio.Con estos cambios e incorporaciones, Mazón fía ya su futuro político a la reconstrucción de la dana, donde la Generalitat ha presupuestado 200 millones de euros, mientras que ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez más de 31.000 millones, una cifra que supera el presupuesto anual de la Comunidad Valenciana.
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