Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english Málaga prohíbe ya la apertura de nuevas viviendas turísticas en 43 barrios de la ciudad. El pleno municipal ha aprobado la medida que la concejal de Urbanismo, Carmen Casero, anunció hace apenas un mes. El objetivo es impedir que se otorguen nuevas licencias en las barriadas donde hay mayor saturación de alojamientos vacacionales, la mayoría en la zona centro, pero también en otras áreas de la capital. La medida ha sido aprobada con los únicos votos a favor del Partido Popular y los partidos de izquierdas la han rechazado debido a que solicitan que haya una moratoria definitiva, mientras que Vox se ha abstenido. La ciudad, donde en los últimos seis meses se han celebrado dos manifestaciones con el acceso a la vivienda como eje central, tiene hoy más de 12.800 pisos turísticos, según los registros de la Junta de Andalucía.La decisión parte de un estudio encargado por el propio Ayuntamiento de Málaga para conocer las implicaciones de la gran presencia de pisos para turistas a lo largo y ancho de la ciudad. El informe —titulado Impacto de la vivienda turística— radiografió los 417 barrios malagueños y estableció que en 43 de ellos el 8% de las viviendas existentes estaban dedicadas a alojar visitantes. En algunos, como el entorno de la Plaza de la Merced, subía al 53,7%, es decir, uno de cada dos pisos de la zona está dedicado al turismo. A mayor porcentaje, sostenía el trabajo, menor calidad de vida de los residentes y más dificultades de acceso a una vivienda debido al incremento de los precios tanto de alquiler como de compra. Además, apuntaba una “relación directa” con problemas de convivencia y la expulsión de los residentes, como ocurre especialmente en el casco histórico, justo lo que denuncian desde hace años organizaciones como la Asociación de Vecinos Málaga Centro Antiguo.La medida refuerza a una primera, establecida en verano, que impedía nuevas licencias para pisos turísticos que no tuviesen acceso independiente o que formaran parte de bloques dedicados en exclusiva a ese uso. Ya aprobada, el consistorio cree que puede servir para denegar el permiso a unas 1.500 viviendas que lo habían pedido desde febrero, cuando la Junta de Andalucía publicó un decreto que daba competencias a los municipios para establecer límites o prohibiciones al sector. En el pleno de hoy, la votación ha resultado con el apoyo de los concejales populares, pero la negativa de una oposición que ha reclamado ir más allá, e incluso ha solicitado un “equipo de inspectores” para aumentar la vigilancia sobre el sector, como ha subrayado Nicolás Sguiglia, portavoz de Con Málaga. La oposición también ha recriminado que se prohíba en 43 barrios pero el resto de la ciudad siga abierta a incrementar este tipo de viviendas para turistas. Vox se ha abstenido.Manifestantes en Málaga en las últimas protestas por la vivienda.Álvaro Cabrera (EFE)El alcalde, Francisco de la Torre, ha aprovechado el tenso debate previo —donde también ha habido participación vecinal— para recordar que hace unos días envió una carta a Pedro Sánchez para que impulse un impuesto de “dos o tres euros” al día para quienes se alojen en pisos turísticos y hoteles. “Y que el Gobierno lo destine a abaratar los alquileres de aquellas familias que tienen problemas para pagar”, según sugiere De la Torre, que hace semanas pidió a su Gerencia de Urbanismo que tratase de encontrar un marco jurídico que permita al municipio vetar por completo nuevas licencias para viviendas turísticas en toda la ciudad, incluso más allá de las zonas saturadas.La decisión de este jueves, que entrará en vigor en los próximos días en cuanto sea publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), llega dos semanas después de que unas 10.000 personas —según los datos del Gobierno— salieran a la calle en protesta por el turismo masivo. Convocados por la plataforma Málaga para vivir, bajo el lema “Si nos echan de los barrios, paramos la ciudad”, la ciudadanía reclamó “pisos asequibles, empleo digno y respeto a los barrio”, según el portavoz de la entidad, Carlos Aceituno. Esta fue la segunda protesta tras la celebrada el 29 de junio del verano pasado, cuando participaron unas 15.000 personas.

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