Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english El extesorero del PP Luis Bárcenas será en los próximos días un hombre libre. El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha dictado un auto, conocido este martes, por el que concede al exsenador popular la libertad condicional. Bárcenas cumplió el pasado 20 de septiembre las dos terceras partes de su condena, ha mostrado arrepentimiento durante su estancia en prisión y ha abonado los más de 4,5 millones de euros de responsabilidad civil que le impuso la sentencia de Gürtel. La decisión se ejecutará en los próximos días si no es recurrida, algo improbable ya que la Fiscalía ya ha mostrado su conformidad.Bárcenas fue condenado a una pena 29 años y un mes por el Tribunal Supremo por delitos de blanqueo, contra la hacienda pública y apropiación indebida, entre otros, y de esa pena la Audiencia Nacional fijó después un cumplimiento máximo de 12 años (porque la ley marca que el máximo que puede cumplir un condenado es el triple del delito con mayor pena, que en este caso era cuatro años por blanqueo). El extesorero lleva en prisión ocho años y casi tres meses, aunque desde el pasado agosto cumplía la pena en su domicilio bajo control telemático, sin necesidad de ir a dormir al Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent, donde disfrutaba de un régimen de semilibertad desde diciembre de 2022. La pena habría quedado extinguida el 19 de septiembre de 2028.En su resolución, el juez Castro detalla que la Junta de Tratamiento ―órgano formado por profesionales penitenciarios― del centro Victoria Kent remitió en noviembre a la Audiencia Nacional la propuesta de conceder la libertad condicional a Bárcenas al considerar que, además de mantener actividades laborales, culturales u ocupacionales —trabaja en una empresa de su hijo Guillermo, músico y líder de la banda Taburete—, “observa buena conducta y existe un pronóstico individualizado y favorable de reinserción social”. Por ello, en opinión de la junta, cumplía con “los requisitos objetivos y subjetivos mínimos necesarios” para completar el resto de la pena en libertad condicional.Cuando quede en libertad, Bárcenas tendrá que fijar un domicilio de residencia y comunicar cualquier cambio al juzgado. Asimismo, deberá seguir acudiendo al CIS Victoria Kent para que los servicios sociales penitenciarios hagan un seguimiento de su situación, o con carácter previo a autorizar cualquier desplazamiento. También estará obligado a “continuar la actividad laboral”, sobre la que deberá presentar trimestralmente documentación que la confirme. Por último si es “detenido, implicado, imputado, acusado o condenado en proceso penal, durante el periodo de libertad condicional”, deberá comunicarlo a los servicios sociales penitenciarios.En el auto, el magistrado respalda la propuesta de los profesionales penitenciarios al valorar que el extesorero del PP, además de pagar la responsabilidad civil, ha mostrado “un proceso de reinserción favorable”. En concreto, detalla su “escaso riesgo” de reincidencia, su “participación destacada” en actividades laborales, su “conducta normalizada” durante la condena, el “buen uso” que ha hecho del régimen de semilibertad que ha disfrutado en los dos últimos años, el “apoyo familiar” con el que cuenta y su participación en dos programas penitenciarios de reinserción.El primero de estos programas fue un taller de justicia restaurativa ―que incluye un encuentro cara a cara con la víctima de un delito― que hizo cuando aún estaba en la prisión de Soto del Real (Madrid). El segundo, el Programa de Intervención en Delitos Económicos (Pideco), dirigido entre otros a los condenados por corrupción, ya cuando estaba en semilibertad. Sobre este último, el auto destaca que el exsenador del PP “no ha faltado a ninguna de las sesiones, ha participado activamente en las reuniones, solidario con sus compañeros, se ha mostrado franco y ha realizado todas las tareas requeridas con actitud crítica y reflexiva”. El Pideco ha sido seguido por otros condenados en el caso Gürtel, como la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias; y los cabecillas de la trama, Francisco Correa y Pablo Crespo, todos ellos ya en semilibertad.Luis Bárcenas, el día que ingresó en el Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent, el 27 de diciembre de 2022.Álvaro GarcíaEl juez considera que en sus años en prisión el extesorero del PP ha hecho un “reconocimiento de los hechos y comprensión del daño” y ha asumido “las consecuencias de sus actos”. También destaca que el “efecto intimidatorio de la condena” en su caso ha sido “ampliamente conseguido”, entre otros motivos por la “condena social’ sufrida al ser un caso tan mediático”. El magistrado señala que, si bien todos estos elementos podrían verse contrarrestados por los “aspectos negativos” de su condena ―la gravedad de los delitos, el alto grado de planificación para su comisión y la reiteración delictiva que incluyeron, la alarma social que provocaron aquellos hechos o que aún le quedase cuatro años de condena por cumplir―, en el caso de Bárcenas concluye que estos quedan compensados. Así, el auto subraya que el extesorero ha tenido una evolución “favorable” y que la posibilidad de que vuelva a delinquir en el futuro “resulta prácticamente imposible al día de hoy”, entre otros motivos porque “en el momento actual no se dan las circunstancias en que se desarrolló la actividad delictiva”. La alarma social, apunta también el juez, ha desaparecido por “la antigüedad de los hechos delictivos y el pronóstico favorable de reinserción”. Los pasos de Bárcenas hacia la libertad se han acelerado en los dos últimos años. En diciembre de 2022 se le aplicó el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite que un recluso que está clasificado en segundo grado (el más común) disfrute, aun así, de beneficios penitenciarios equiparables a los del tercer grado, como salidas diarias de prisión para ir a trabajar y fines de semana de permiso. Desde esa fecha, el extesorero del PP —que acreditó que tenía un trabajo en la empresa de su hijo y que se había apuntado como voluntario para colaborar con diferentes ONG— salía del CIS Victoria Kent todos los días laborables de 7.30 a 23.00.El pasado marzo fue clasificado en tercer grado ―uno de los requisitos imprescindibles, precisamente, para poder aspirar a la libertad condicional― y cinco meses después, en agosto, se le puso bajo control telemático, por lo que desde entonces no tenía que acudir al recinto penitenciario ni siquiera a pernoctar de lunes a jueves, como hasta ese momento. Únicamente se le colocó en el tobillo una pulsera de control para comprobar que cumplía con las restricciones de movilidad que aún pesaban sobre él. Entre ellas, permanecer en el domicilio que había fijado como residencia en la capital a partir de determinada hora de la noche y hasta la mañana siguiente. Ahora, tras la concesión de la libertad condicional, estas restricciones desaparecen.

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