Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english Era cuestión tan solo de diplomacia que la sidra asturiana y su cultura se convirtiera en patrimonio de la humanidad tras casi una década de trabajar por ello. La bebida tradicional que desde hace siglos conforma un modelo social con usos y costumbres bien definidos, necesitaba el impulso que este miércoles le dio la Unesco al incluir, sin ningún matiz, la cultura sidrera en el catálogo de bienes inmateriales de la humanidad.“Se hace justicia con nuestra memoria y este reconocimiento mundial debe servir también como un golpe de autoestima”, señaló un emocionado Adrián Barbón, presidente del Principado, tras conocer una noticia cuya primera y espontánea celebración la realizó la embajadora permanente de la República del Paraguay ante la Unesco y directora de la convención que el organismo de la ONU celebra esta semana en Asunción. Nancy Ovelar de Gorostiaga hizo oficial la decisión y desde el escenario presidencial incluso se animó a cantar un par de estrofas de ‘Asturias’, de Víctor Manuel, y hasta simuló con ambos brazos el escanciado de un ‘culín’ de sidra.La candidatura de la sidra asturiana competía con 58 candidaturas de 67 naciones, pero venía bendecida con el visto bueno del órgano de evaluación encargado de analizar las diferentes propuestas planteadas por países de todo el mundo, cuyos integrantes recomendaron sin reparo alguno su inclusión en la Lista Representativa al Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural reunido en Asunción. Con esos antecedentes, la sesión del miércoles sirvió para ratificar oficialmente el dictamen técnico y permitir a las autoridades nacionales y asturianas lucirse ante un aforo entregado a la cultura sidrera de Asturias.Acompañados por el embajador de España ante la Unesco, el exministro socialista Miquel Iceta, tanto la consejera de Cultura asturiana, Vanessa Gutiérrez, como el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau, intervinieron ante la convención para rematar la jugada. “En primer lugar, la cultura sidrera asturiana preserva el paisaje, dibuja un paisaje y dibuja una cultura. Además, potencia la transmisión y la conservación del patrimonio, no sólo el vinculado a la producción de la sidra, sino al conjunto de elementos que se mueven alrededor de la cultura asturiana. Y, sobre todo, les voy a decir una cosa: la sidra nunca se puede beber solo. Es una bebida comunitaria, una bebida que se vive en grupo, en familia, con amigos, en casa… España es un país diverso, es un país con muchas lenguas, con muchas culturas, y nos hace una especial ilusión que la sidra hoy tenga este altísimo reconocimiento que proyecta esa cultura diversa que es nuestro país”, concluyó Martí Grau.Por su parte, en un discurso en castellano y asturiano (no es lengua oficial), Vanessa Gutiérrez subrayó que la sidra y la cultura que ha generado a través de los siglos “supone un símbolo e icono de Asturias, que ejemplifica la forma de ser de un pueblo que, al ofrecer su bebida más singular, se muestra como lo que ha sido a lo largo de la historia: inclusivo, solidario, igualitario e integrador. La sidra es el hilo conductor que enhebra y explica buena parte de nuestra historia, de la tradición y del presente y del futuro de nuestro pueblo, y que a lo largo de los años ha empapado nuestras manifestaciones culturales”. La consejera tuvo palabras de agradecimiento para el equipo redactor de una candidatura propuesta por el director de la Cátedra de la Sidra de la Universidad de Oviedo, Luis Benito García Álvarez, para el que el PP asturiano solicita la medalla Asturias.ReaccionesEl fallo de la UNESCO fue seguido en directo desde el Museo de la Sidra de Asturias por una delegación encabezada por el presidente del Principado. Adrián Barbón, quien reconoce ser consumidor asiduo de sidra, puso en valor el trabajo realizado por tantísima gente para que el reconocimiento se haya hecho realidad y agradeció el apoyo de las comunidades autónomas y del Gobierno central para una propuesta que se defendía en solitario desde España. La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, añadió además que la Unesco ha reconocido “lo que ya conocíamos en Asturias, que la sidra es cultura desde que se planta un manzano hasta que se escancia un culín en cualquier chigre”.El reconocimiento trasciende la política. La patronal asturiana de hostelería y turismo, Otea, considera posiciona al Principado como “un destino único, rico en tradiciones y cultura”. Tras recordar que solo en Asturias se escancia, el presidente del sector, José Luis Álvarez Almeida, ha resaltado que “la sidra, más allá de una simple bebida, se convierte en un emblema que atrae a un turismo más selecto, interesado en descubrir tradiciones y sumergirse en una cultura ancestral certificada por la Unesco. Esperamos un aumento significativo en el flujo de turistas nacionales e internacionales, interesados en descubrir las rutas de la sidra, disfrutar de nuestras sidrerías y experimentar la auténtica cultura asturiana”.Otea ha vuelto a apostar por la creación de una categoría profesional específica para los escanciadores, “equiparándola a figuras como los sumilleres o los jefes de catering”.Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida “Sidra de Asturias”, calificó de hito histórico la distinción: “Hay sidra en todo el mundo y han reconocido mundialmente la cultura sidrera asturiana. Es algo por los que debemos congratularnos todos los asturianos, cosecheros, llagareros, chigreros y consumidores, por mantener viva esta tradición”. De paso, Ramos alertó sobre la necesidad de seguir trabajando para mantener y divulgar esta cultura: “Es un incentivo para que entre todos mantengamos esas prácticas: desde los cosecheros hasta los llagareros y los consumidores que se deben comprometer a consumir sidra con denominación”La coincidencia en Oviedo de una reunión con ocho de los cocineros más importantes en la historia reciente de la gastronomía española permitió que todas esas leyendas de las estrellas Michelín y la cocina de autor se sumaran al reconocimiento y acabaran brindando por la sidra y escanciando por ella. Antes de entrar a la cena que se había preparado en su honor, hubo sidra y un escanciado en el que participaron Hilario Arbelaitz, Quique Dacosta, Elena Arzak, Joan Roca, Pedro Subijana, Ferran Adriá y Jose Andrés, quien puso más emoción al momento, cantando el Asturias patria querida mientras sonaban las gaitas de la Real Banda de Oviedo.AME3109. LUQUE (PARAGUAY), 04/12/2024.- El embajador de España ante la Unesco, Miquel Iceta (i), la consejera de Cultura de Asturias, Vanessa Gutiérrez (c) y el secretario de gobierno del Estado de España, Jordi Marti, celebran el reconocimiento de la Sidra como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco, durante la decimonovena sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) este miércoles, en Luque (Paraguay). La cultura sidrera asturiana, postulada por España, ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. EFE/ Juan Pablo Pino
Juan Pablo Pino (EFE)LLos casi 90 llagares de Asturias producen unos 45 millones de litros al año, entre la sidra natural con y sin Denominación de Origen Protegida (DOP). A 31 de diciembre de 2023, el Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias lo componían: 31 llagares, 382 cosecheros, 855 pomaradas y 971 hectáreas inscritas. En 2023 se entregaron 7.122.309 kilogramos de manzana con destino a DOP (cifra en año impar) y se elaboraron 5.198.309 de litros. Esta cantidad representa el 80% de la sidra que se fabrica en España y de ella, se consume el 70% en la propia región, lo que significa un consumo medio de 50 litros por habitante.

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