Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english Frente al apoyo inusual del PP, los socios de investidura matizan el plan del Gobierno para proteger la economía española frente a la guerra arancelaria desatada por la Administración de Donald Trump y piden una respuesta en bloque de la Unión Europea. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que comparecerá el próximo miércoles en el Congreso para dar cuenta de las propuestas anunciadas ya el jueves por el presidente Pedro Sánchez, ha mantenido este viernes una primera ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios salvo Vox para pulsar el termómetro de la Cámara en un asunto que preocupa sobremanera a todos. La postura no es homogénea: ERC recela de las medidas y reclama que los créditos sean ayudas a fondo perdido, mientras Podemos reclama “contundencia”, expropiando viviendas a los fondos de inversión estadounidenses. En todo caso, Cuerpo ha valorado de forma “positiva y constructiva” las reuniones y ha anunciado que el próximo lunes se reunirá en Luxemburgo con los ministros de Comercio de la UE y pedirá que Europa cree un fondo para ayudar a los sectores perjudicados.“Las competencias comerciales están delegadas en la UE y la recaudación de aranceles va mayoritariamente al Presupuesto europeo”, ha justificado Cuerpo, que recalca que es “el paraguas europeo” lo que los ciudadanos necesitan. “Estamos hoy en un mundo más fragmentado y empobrecido”, ha asumido el responsable, quien también ha adelantado que el martes habrá una reunión interministerial para dar seguimiento al plan y el jueves será el turno de escuchar las comunidades autónomas.En un momento de extraordinaria gravedad, con la incertidumbre por la ofensiva comercial de EE UU y después de que Sánchez pusiera sobre la mesa un plan de ayudas de 14.100 millones para los sectores más afectados, el Gobierno cuenta ya con el aval, poco frecuente, del PP. Al menos, de momento. Este viernes, el responsable económico del partido, Juan Bravo, con quien el ministro se reunió un día antes, ha transmitido su respaldo al Ejecutivo. “Vamos a estar ahí”, dijo. Tanto La Moncloa como los populares habían hecho llamamientos a la unidad para abordar un asunto de extrema complejidad, una consigna a la que se ha sumado desde Granada la presidenta de la Cámara baja, Francina Armengol.El “plan de respuesta y relanzamiento comercial”, como ha sido bautizado, contará, entre otros, con dos líneas de avales de ICO de 6.000 millones, un fondo de apoyo a la inversión de 200 millones para nuevas plantas y el mecanismo RED, una herramienta similar a como funcionaron los ERTE durante la pandemia.El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, ha sido el primero en reunirse con Cuerpo esta mañana. Los independentistas catalanes han expresado reticencias sobre el plan del Gobierno y manifiestan su “preocupación” por el impacto que las iniciativas planteadas puedan tener “sobre la ciudadanía, el sector agrícola y la industria”. “El plan nos genera dudas, puesto que se basa en créditos que las empresas y los ciudadanos tendrán que devolver, cuando tendría que tratarse de ayudas a fondo perdido con financiación europea”, argumentan. Esquerra aboga por una estrategia conjunta de toda la UE y no una “serie de respuestas estatales aisladas” y hace hincapié en la “necesidad” de “encontrar mercados alternativos para evitar quedar atrapados en una guerra comercial que solo perjudica a la ciudadanía”, con decisiones, además, “unilaterales y que favorecen a otras potencias, como China”, advierte.Sumar, socio minoritario en la coalición de Sánchez, hace en este caso suyo el paquete del Ejecutivo e insiste también en la necesidad de que Europa articule una táctica común. “El Gobierno de España está al frente y va a adoptar todas las medidas necesarias para proteger al empleo, las empresas, el sector productivo y los trabajadores”, ha defendido la portavoz parlamentaria, Verónica Babero, que ha “felicitado” en este caso al PP por su actitud de “oposición responsable”.Dura como siempre con la deriva del Ejecutivo, la líder de Podemos, Ione Belarra, ha criticado que la UE y el Gobierno propongan “armarnos hasta los dientes para una guerra en el terreno militar que no se va a producir”, al mismo tiempo que apuestan por “ir en chanclas a la guerra comercial”, aludiendo a la falta de “valentía” del plan. Para el partido, que celebra la próxima semana su V Asamblea Ciudadana, el Gobierno debería atacar los intereses de los fondos buitre estadounidenses en España con la expropiación de sus viviendas.En una escueta nota de prensa, el PNV sostiene también que los Estados miembros de la UE no pueden defenderse ante estos aranceles por sí solos y que habrá que trabajar para tener “una Europa más unida que pueda negociar de forma conjunta”. Tras la marcha de Aitor Esteban, elegido nuevo líder de la formación nacionalista, Maribel Vaquero formulará el miércoles su primera pregunta como nueva portavoz del grupo sobre esta cuestión a la vicepresidenta María Jesús Montero.EH Bildu “no ve mal”, a priori, el plan del Gobierno, aunque cree que hay que “complementar y acompañar” las medidas propuestas con políticas proactivas para revitalizar la industria, “no desde una apuesta industrial para la guerra”, afirma en un comunicado. Fuentes de la formación, que han trasladado tras el encuentro (al que ha acudido la portavoz Mertxe Aizpurua) su preocupación por los efectos que puedan tener los aranceles en sectores como son el vitivinícola, el automovilístico o la agricultura en Euskadi, piden acabar con la “supeditación” a EE UU y “echan” también “en falta”, en línea con el resto, una respuesta “contundente” por parte de la UE.La diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, ha pedido al ministro que se tenga en cuenta el impacto en los precios de los productos que llegan a los consumidores en Canarias por el encarecimiento de los fletes y que haya, por tanto, una “actualización de la financiación” de ese transporte. En declaraciones facilitadas a medios, la portavoz también ha reclamado que se atienda a la realidad de los sectores afectados en el Archipiélago, “fundamentalmente pequeñas y medianas empresas que no pueden acudir a las ayudas del Estado en un sistema de competitividad”, pero a las que, a la vez, les resulta más difícil abrirse a nuevos mercados. Valido teme, además, que la guerra comercial impacte en países emisores de turismo como Alemania, en un territorio, el canario, donde este sector genera una gran actividad económica. Ni BNG ni Junts han valorado por ahora las reuniones.

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