Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english La empresa minera irlandesa Ormonde Mining, a través de distintas firmas subsidiarias, lleva buscando oro en Zamora desde 2004, aunque no de manera continuada. El pasado mes de febrero anunció la renovación de sus dos permisos de investigación por tres años más, que pueden ser prorrogados “sucesivamente por idéntico periodo, a juicio de la autoridad minera competente”, apuntan en la Junta de Castilla y León. La compañía ya avanza que prevé que las prospecciones se prolonguen al menos una década más.La superficie afectada supera las 3.000 hectáreas. Los proyectos son Antofagasta, con el que actuarán en 67 cuadrículas mineras (unas 1.876 hectáreas) que afectan a los términos municipales de Fonfría, Pino de Oro y Villadepera; y Cueva Negra, 42 cuadrículas (1.176 hectáreas) en Fonfría, Pino de Oro, Villadepera, Muelas del Pan y Villardiegua de la Ribera. Estas autorizaciones habilitan a la empresa para realizar trabajos que corroboren que hay oro en la zona y que éste es extraíble, porque, como explican sus responsables a EL PAÍS, “hay que diferenciar entre confirmar la presencia de oro y definir un cuerpo mineralizado de dimensiones y riqueza suficiente para poder contemplar una actividad industrial de extracción”. La minera pone el ejemplo de Barruecopardo, en Salamanca, donde encontraron oro, pero no el suficiente, y finalmente se abrió una mina de wolframio.Las “licencias de Zamora”, como las denominan en la empresa, entraron en vigor en 2004, “pero no han estado activas todo el tiempo debido a retrasos en las autorizaciones de varias prórrogas de las mismas”. Hasta ahora, informa Steve Nicol, administrador único de Orillum (la subsidiaria que trabaja en Zamora y que es propiedad al 100% de Ormonde), “los trabajos realizados por la compañía en la zona han sido irregulares, no han tenido continuidad por motivos externos o imprevistos, como fue el caso de la pandemia”. Nicol detalla que, en estos 20 años, “la empresa ha llevado a cabo muchos trabajos de prospección y muestreo”. “Se han abierto calicatas, que luego se han cerrado y rehabilitado, para tomar muestras de la roca. También se ha sondeando para conocer la geología bajo la superficie. Todos estos datos, nos ayudan a tener información de cantidad y concentración del oro en la zona”, añade.¿Y qué harán a partir de ahora? Según el administrador, van a inspeccionar la superficie y recoger muestras para caracterizar y analizar la roca y el suelo en superficie a través de métodos no invasivos, además de realizar sondeos y calicatas para recoger muestras de roca. “Es importante señalar que para conocer qué cantidad de oro podría existir en una zona, se deben realizar muchos trabajos de exploración, y, en particular, muchos sondeos”, comenta.Una pepita de oro encontrada en los sondeos de Antofagasta, Zamora. Cedida por Ormonde Mining.Ormonde MiningOrillum deja claro que hasta el momento no ha llevado a cabo explotaciones de oro en los permisos de Zamora, y que ni siquiera está en condiciones de estimar con seguridad la cantidad de este mineral que podría existir. Para despejar esta incógnita, prevé que pase, al menos, una década. “Los plazos para llevar a cabo estas prospecciones son amplios. Raramente bajan de 10 años, y lo más frecuente es que sean muchos más”, aclara la compañía. De nuevo pone el ejemplo de Barruecopardo: “En 2009, cuando comenzó ese proyecto, el conocimiento de la zona mineralizada era comparable al que tenemos hoy cerca del pueblo de Pino de Oro, y comenzó a producir en 2019″. En la actualidad, resalta Nicol, en esta mina de wolframio “trabajan más de 200 personas en la extracción de un producto de concentrado de mineral de alta calidad que se exporta y vende a todo el mundo”.En la nota de prensa en la que Ormonde anunció la renovación de las licencias da muchas pistas de por qué tanto interés por encontrar oro en esta zona de Zamora: “El oro está en alza y alcanzó un nuevo récord en febrero, lo que corrobora aún más la posición de este metal como el activo refugio por excelencia. En términos más generales, Ormonde tiene una gran exposición al oro, con las licencias de Zamora y una participación mayoritaria en Golden Rose en Terranova, que está respaldado por depósitos de oro y ha atraído fondos de exploración de una importante empresa canadiense”. Nicol concreta que los tres principales usos que le dan al oro que encuentran son “joyería, inversión e industria [para material médico y electrónico]”.En cuanto a lo que recibe la zona afectada, más allá de las tasas e impuestos que tienen obligación de abonar, el administrador de Orillum indica que es “habitual” que las compañías lleguen a acuerdos de colaboración con los ayuntamientos donde se está trabajando. Entre los convenios que se suelen realizar, aclara, está el de contratar a personas desempleadas del municipio y, si no hay, de los pueblos aledaños o de la comarca, para contribuir de esta manera a la economía de la zona. “El entendimiento entre el consistorio y la compañía es esencial para que los proyectos se desarrollen”, asegura.Jesús Ángel Antón (PP), alcalde de Pino de Oro, asevera en declaraciones a este medio que le parece bien todo lo que sea que haya movimiento, sobre todo si es de mano de obra, “que nos iría muy bien”, manifiesta. En cualquier caso, asume que, le guste o no, “depende directamente de [la Consejería de] Industria y ellos van a hacer lo que crean conveniente”.Impacto ambientalEn cierta manera, comenta Nicol, “siempre que se realiza una investigación en una superficie tiene impacto en el terreno”. En este caso, defiende, los impactos “son muy limitados y totalmente reversibles”. Resalta, además, que “se trabaja con la verificación geológica del Instituto Geológico y Minero de España (IGME)”. Ester Boixereu es doctora en Geología y especialistas en Recursos Minerales del IGME. Recuerda que, “desde los romanos, hay indicios de que hay oro en el oeste de Zamora” y deja claro que “los trabajos de investigación son mínimamente invasivos”. La geóloga, no obstante, subraya que solo una de cada 100 de estas investigaciones sale adelante, y que, si todo fuera bien, “tendrían que hacer un diseño de la mina, pasar las evaluaciones de impacto ambiental”. Es cierto que se mueve mucha tierra para recuperar una onza, reconoce Boixereu, “pero la minería que realmente es contaminante es la artesanal”.Para recibir los permisos necesarios, la empresa ha de pagar unas tasas administrativas a la Junta de Castilla y León y un canon de superficie de minas establecido por la Agencia Tributaria. Entre los requisitos medioambientales, contemplados en diversa legislación, desde el Gobierno autonómico destacan que “la empresa está obligada a constituir una garantía financiera o equivalente para asegurar el cumplimiento del plan de restauración del espacio afectado por los trabajos de investigación minera efectuados”. La minera irlandesa deberá también “presentar anualmente un plan de labores cuyo contenido se ha de ajustar a lo dispuesto en la legislación minera, todo ello con independencia de las inspecciones que la autoridad minera competente puede efectuar en cualquier momento para asegurar el cumplimiento de los proyectos de investigación y planes de labores presentados, así como de las condiciones establecidas para la protección del medio ambiente”.