Verónica Fernández, una limpiadora de 38 años en paro, vive en el Hotel Luz del barrio de Cartuja, en Granada, junto a sus hijos y su pareja. El edificio, de nueve pisos y sin ascensor funcionando, es un lugar donde conviven plantaciones interiores de marihuana con familias ajenas al narcotráfico. En una redada reciente, la policía se incautó de 1,500 plantas y dos técnicos de Endesa arrancaron los enganches ilegales de la caja general del suministro. La falta de suministro eléctrico en barrios como Cartuja, La Paz, Almanjáyar, Nueva Granada y Rey Badis ha generado cortes intermitentes que afectan a los residentes. La empresa Endesa atribuye estos cortes a las plantaciones escondidas que consumen tanta energía que sobrecargan la red.
Verónica lamenta que los cortes de luz afecten a su vida diaria y la de sus hijos, impidiéndoles usar electrodomésticos como el congelador. Las plantaciones de marihuana en el edificio consumen la misma energía que 80 viviendas y han causado incendios y cortes de servicio en el pasado. Los fallos en el suministro eléctrico en la zona norte de Granada afectan a cerca de mil residentes al día, generando situaciones de crisis para familias como la de Naima Mrbaret, una trabajadora del restaurante local con dos hijos preadolescentes. A pesar de pagar la factura mensualmente, los cortes de luz son una realidad constante en sus vidas.
El Hotel Luz, centro neurálgico de la plantación de marihuana en Granada, se encuentra en un estado de deterioro que refleja la presencia de clanes dedicados al narcotráfico en la zona. La presencia de armas y conflictos entre los clanes añaden un peligro adicional a la comunidad. La incautación de plantaciones de marihuana por parte de la policía no ha logrado erradicar el problema, que vuelve a aparecer poco después en el mismo lugar. La pobreza y la violencia relacionada con el narcotráfico afectan a la calidad de vida de los residentes de la zona norte de Granada, donde se registran altos índices de enfermedades graves y desempleo.
La interrupción del suministro eléctrico empeora aún más las condiciones de vida en la zona norte, según el dosier del Plan Local de Inclusión promovido por el Ayuntamiento. Las situaciones de emergencia generadas por los cortes de luz ponen en peligro la salud y la seguridad de los residentes, especialmente aquellos electrodependientes. El problema de las plantaciones de marihuana y los cortes de luz intermitentes continúan a pesar de las inversiones de Endesa en mejorar su infraestructura. Residentes como Jean Baptiste Mangini, que regresó al barrio para impulsar la creatividad y apoyar a los jóvenes locales, se encuentran con obstáculos debido a los problemas de suministro eléctrico.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y las empresas proveedoras de energía, los problemas de las plantaciones de marihuana y los cortes de luz en la zona norte de Granada persisten, afectando gravemente la calidad de vida de los residentes. La presencia de clanes dedicados al narcotráfico y la pobreza en la zona contribuyen a la perpetuación de estos problemas. Residentes como Verónica y Naima se ven afectados diariamente por la falta de suministro eléctrico y la inseguridad generada por las actividades ilegales en la zona. A pesar de los desafíos, esfuerzos como los de Jean Baptiste Mangini para promover la creatividad y el talento local ofrecen una esperanza de cambio y mejora para la comunidad.